Tocarse la cara.
Consumir o preparar alimentos y bebidas.
Ir al baño
Toser o estornudar
Sonarse la nariz
Viajar en transporte público
Utilizar o tirar un pañuelo desechable
Regresar de la calle
Manipular basura
Tocar objetos como el dinero, teléfono, barandales o llaves
Estar en contacto con animales
Los beneficios de lavarse las manos con agua y jabón frecuentemente, son muchos, por ejemplo:
Se previenen enfermedades estomacales y respiratorias, entre otras.
Minimiza la transmisión de infecciones entre el personal de salud y los pacientes.
Se rompe con el ciclo de transmisión de virus como los de la influenza, que sobreviven en nuestras manos hasta 3 horas; manteniendo por ese tiempo su capacidad de contagiar.
Disminuye hasta en un 45% las consultas médicas por infecciones respiratorias.